ASPERSÓ

huye cobarde

  • ooooooooooooooooooooooooooooooooh




  • que nada sois por nada sostener




  • aquello que manteneis siempre se os cae, sea por torpeza o miedo lo que turba sus frágiles dedos es lo que ya t ha encontrado




  • equilibrio es decadencia cuando los dedos se agitan en un sonoro bramar , en un gemir de fuerza que desata el desiquilibrio y con ello LA IRA




  • ahh!!!!!!!!!!!




  • para no, caballería




  • arqueros, infantería




  • teucros ,aqueos, temístocles primera fila




  • odiseo, flanco izquierdo y a por alejandro el de la cabellera rubia




  • lo ves, lo veo.




  • Vuélvete a ser niño y encuentra la veloz grandeza del que sobrevuela como un aguila los esclavos corderos que pastan abnegados por un monte que ya no es signo vegetal, sino de infinito. EL hombre, infinito lo ve intemporal y se sumerge en el cauce de lo bello que , a lo lejos, una musa le muestra siempre medio complaciente medio enrabietada, alejándose más y más, hasta que, a la postre, se escapa.no cometa el error de creerse una flor vigorosa capz de polinizar el ensanchado mundo. Mira como roen los gusanos aún tus pies, como luego eres inmoral, y como ahora te crees ingente y magnánimo! te acercas a ella, y de un impulso la violación se consuma y un afilado cuchillo, frío como el acero helado, entra en el útero y allí lo remuve causando estrágos a los órganos que manan sangre negra,  brota incontrladamente, irremisible final..  decapitador sin principios que quizá será prototipo de hombre audaz, de modelo ejemplar en tiempos en los que quien violée para luego castrar, sea un salvador, un mesías de un mundo que cae al vacío inexorablemente, por un precipicio sin fin, en el que el aire no se nota, pero la velocidad aumenta, y a medida que esto pasa los hombres exterminan la raza humana. Temístocles, exclamó insolente Agamenón, nada por entre toda esta masacre de úteros despedazados, de hombres lastimosos que arrastrándose imploran un mundo mejor, mírate, sujeta el bebé a la deriva, inocente del voraz hombre, ausente de culpa y virtuoso en esencia; llévatelo contigo, la cabeza por encima del mar embravecido de los hombres, con una  una vela que figure el sueño que acontece en las verpertinas noches como el discurso del destino. El bebé conducirá el timón en la marejada, el hombre mesías, permanecerá en la quietud, sentado en popa con una taza de ron al alcanze de la mano, fijando su mirada en un horizonte incierto mientras pica un talón contra el otro, así, el hombre se hace hombre tanto más cuanto bebé hace fluir el navío por losvastos océanos del sueño profundo. NO, la felicidad no llega entonces, sólo el infinito en el hombre. El hombre infinito percibe la súbita velocidad con la que el mundo se adntra en el abismo con el sólo vislumbrar que hay de bello en la faz de los sueños...