INSOMNI 3:36

-Rompí un vaso y se enfadó. Entonces me llevó a una habitación donde me hizo desnudar. Luego, sacó el cinturón de un sólo tirón y me azotó una y otra vez. Me hirió hasta sangrar, no podía si quiera gritar de lo intenso que era el dolor. Me sentí humillada, infrahumana, pero, con todo, me gustó.
-
- A día de hoy sigo haciendo enfadar a mi padre. Mi estado de sodomización, aunque lamentable a su vista, doctor, sigue dominándome como un inevitable del destino.
-
-Lo sé, el principio de placer supera al de realidad; una interpretación muy freudiana
-
-¿Sabía usted que lo inmoral en la cultura es el placer en el "yo"?
-
-¡Cállese! De la humillación la excitación, de la excitación el arrepentimiento.
-En efecto, es el arrepentimiento lo que la ha traído hasta ésta silla.
-¿Doctor?
-¿Qué?
-¿Dónde está?
-Detrás de su silla, con mis ojos posados en su nuca bañada por la melena
-¿Y por qué me llega su voz del otro lado de la pared?
- No lo sé
- (se gira)¡Me ha engañado, no está usted detrás mío!
-No importa, prosiga con su relato
- Doctor, ¿y ésos ruídos? ¡ parecen el tintineo de unos cinturones desabrochándose! ¿Quiénes le acompañan? ¡Doctor!


Se abre la puerta y entran 4 hombres con barba de gesto vulgar y aspecto recio, el doctor, a modo de espectador, se queda a unos pasos de distancia. Se escucha el ruído sordo de una cremallera abriéndose. Una última risa de complicidad y...













White Swan- Black Swan

¿Ésa imagen bella no surge, en efecto, como la expresión de una desesperación con aspecto de abismo? ¿No evoca una infinitud abierta dispuesta a devorarla y a la cual ella se somete como a una fatalidad? ¿ Acaso lo horrible de la fatalidad no se enraiza en la misma belleza a la que se opone? ¿Hasta qué punto lo bello y lo horrrible no son una y la misma cosa que está en constante pugna? ¿No es el cisne blanco la belleza desde la cual al mismo tiempo se presenta lo horrible? ¿Puede estar la belleza cautiva de lo horrible? Aunque, no será la propia belleza aquella que mirándose a sí misma se contempla como un monstruo? ¿Responde al caso de la mujer que al mirarse al espejo y verse inigualablemente bella se vió a su vez como un monstruo al que no dudó en arañar sin cesar hasta desfigurarlo?
 En definitiva, ¿no será la belleza, además de bella, la expresión horrible bajo la cual se expresa la peor de las fealdades?





Ella y su derrotero interminable hacia la nada

De cabellera agitada, movimiento inquieto e imperceptible hacer. Cualquiera que la hubiera conocido ya no se acordaría de ella, es más, no hay nadie que la reconozca aun habiendo tratado con ella en un tiempo atrás nada lejano; ella, tan terrible en su extremada discreción, tan trágica en la soledad que la cubría envuelta en esa pesadumbre propia del vacío existencial de la mujer repulsada. Se asemejaba a un navío con un capitán apto para la travesía pero sin los marineros correspondientes para ordenarla. Su propósito se reducía, como puede imaginarse uno, a la espera del que observa abnegado el devenir del tiempo con la esperanza de un extraordianrio acontecimiento que la mejore; hablámos de toda una vida sentada en la misma butaca, de la misma tribuna, del mismo estadio y, por supuesto, del mismo país. Hablámos de que en esa tribuna se podía observar lo que ofrecía un campo de césped de tercera división con las variantes que expone el que pase un pájaro o haya niebla baja y densa.
Nerviosa, trémula, sobrecogida por no se qué. Se va lejos. Nunca más ha vuelto, tal vez ha encontrado otro pasatiempo, sea dicho: otra butaca de otro estadio en otro país; o, quizá, ha sentido la punzante agitación de morir por algo, de soñar por algo.

Ninguna propuesta tan abusrda ni menos real.

Una crítica a la tesis schumpeteriana de lo político y lo económico como uno y el mismo comportamiento

Schumpeter nos plantea la identificación o, mejor prescindir de este término por el de fundición, pues, una fundición entre el concepto de empresa i el de partido político. El partido político es una empresa dirigida por unos empresarios llamados políticos que, mediante el uso de propagnada emocionan al elector ( o cliente), el cual, cuando vota lo hace con arreglo a una afinidad psicológica con el candidato.
De ser así, los partidos políticos  se ordenan no ya con un propósito ideológico (paradigma que imperava hasta la segunda mitad del s.XX) sino por  y para la consecución de unas preferencias que son o no apoyadas por un mayor o menor número de votantes. Siguiendo esta lógica, Schumpeter nos anuncia, yendo más allá del político como ente formal, ´su carácter claramente atravesado por al determinación de tener que alcanzar éxito empresarial a través de la mayor absorción de votos possible.
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Hasta aquí, el bueno de Schumpeter ha sido consecuente con el concepto empresarial de lo político, y, quizá no sea un disparate aventurarse a unir lo empresarial con lo político de un modo que se identifiquen; sin embargo, de entrada algo nos pellizca en todo esto para advertinos que está algo forzado. Veámos, si seguimos la tesis de los ciclos económicos elaborada por el mismo Schumpeter, observaremos como la economía rompe el ciclo cuando los indicadores son más óptimos y, si esto sucede es porque las empresas, al estar sumergidas en una espiral de constante pugna las unas con las otras por captar  la mayor quota de mercado se ven obligadas por salvar esa misma competividad a arriesgar económicamente y engañar con los balances económicos. En esta dirección, el paralelismo con lo político se hace incompatible, el partido político arriesga con sus promesas a los votantes para captar votos, quizá también pueda acusarsele de engañar con sus gestiones ya sea en el lado opositor o presidencial del paorama político.
No obstante, y aquí es donde la fisura nos enseña la profundidad del absimo, de la crisis que conlleva el ciclo económico se sigue, atendiendo a Schumpeter, una innovación económica que se manifiesta en una economía fortalecida: a esto lo denomina la destrucción creativa. Si esto es así, hemos de considerar palmario que en el ciclo político la recurrencia a artimañas para salvar al competencia no infiere directa ni indirectamente una crisis de la cual podamos deducir, como sí en al economía, un renocimiento mejorado de la misma. Por tanto, el aspecto psicológico de lo político se comporta de una forma confusa e imprevisible, mientras que, lo económico, a causa de su materialidad, sí sigue una secuència fiel a sí misma.
Reformulando a Schumpeter, el concepto de la economía sí se explica mediante ciclos pero el concepto de lo político no. A lo político no se lo puede prestablecer en un esquema que deba reseguir la misma lógica que la economía, dado que la política responde a la voluntad humana ( psicológica) mientras que la economía es la voluntad humana sujeta a una lógica económica con autonomía propia, es decir, susceptible a la voluntad humana pero, una vez afectada imparable en sus consecuencias lógicas.

Insoportable en els seus ulls ensangrentats (2:43)

Un riu de sang espèssa, un mar de tinta vermella, el cual, brollant des de radera l'orella dreta inunda tota la seua carn, primer baixant per l'esquena al temps que pel pit fins a reunir-se finalment en el terra enrajolat, allà, serpentejant pels petits canals de les rajoles, dibuixa el macàbre laberint que servirá d'epíleg per al seu últim record.
Ella no clama davant l'horror de la mort, ha comprès que radere d'aquest sentiment s'oculta l'autèntic silenci, el silenci de la bellesa disposat a resoldre-li l'enigma que li doni sentit a l'existència. No tacarà ses tovalloles de sang negra per a parar l'hemorràgia, no es precipitarà al telèfon, tampoc escriurà solemnes paraules a mode de testament en qualssevol paper brut. Esperarà acompanyada de la inacció, absorta per l'inmensitat de l'escena. Al punt, inclina inconscientment el cap a terra tot contemplant una imatge  formada en el bassal de sang pel reflex de la llum; apreta els ulls en un intent per veure's millor, ara 
arruga les celles amb intensitat, ara totes dues coses i amb duplicada força: no es reconeix en la imatge projectada pel bassal! qui es?- es pregunta sentint-se meitat angoixada meitat amenaçada

La sang ha deixat d'escopir a borbollons, els seus ulls, encara afectats per la perplexitat, cauen juntament amb el cos fins enfonsanr-se dins  l'espès bassal de sang que, acollint-los en un bany vermellós, els fa estrèmer en  l'agudesa d'un dolor més agut que el so més estrident mai emès pel violí; fins que, ja voraçment  extenuats pel dolor de la sang que els envolta, respira un últim silenci des d''on s'expressa l'horrible bellesa l'interminable res

Sia la sang i no la mort el temible enemic de sa senyora, sia la bellesa amb el silenci una conjunció sublim o qui sap si  l'adveniment de la mort exempta de l'atroç dolor. Són experiències d'una mort causada per una esquerda  radera l'orella dreta, ans només la perfídia gossaría jutjar  tots els seus efectes produïts per aquesta amb la seva sola remissió com a causa primera. Resulta que l'home que no ha mort, la retina  que encara no ha estat sucada en la seua propia sang negra i espèssa constitueix la perfídia que jutja.









Ser negació del ser éssent aleshores pensament buit en el ser.

UN HOMBRE

Da pena de ver, mírenlo, pero mírenlo con atención, un anuncio le tensa los nervios. Fíjense, aparentemente desamparado y, en el fondo, más desamparado aun. Lo miran ojos juiciosos, implacables, al observale  su vanidad  le desean que caiga abismo abajo, para chocar con una mediocridad que lo redima para luego convertirlo en un hombre adecuado. Si supieran lo adecuado que soy, se decía a sí mismo. Tal vez sienta que todo lo oprime, desde una pregunta inoportuna hasta la más leve sensación de calor. Una vez me contaron que no se reconoció, fue, según sus propias palabras, como respirar y notar un hondo vacío en el cuerpo, cual hombre sin órganos. Quizá deba aspirar a algo o quebrar el actual esado de cosas- le repetían convencidos sus allegados.
Su final es el de una bestia inmunda, bruta, sucia, pesarosa y rubicunda, con rasgos de esnobismo y una dote ilimitada para comportarse como no debería, hablo de nadie, del nadie que no sea más que su tiempo y su quehacer, aquel que ya no contempla la vida como un todo con sus partes, etapas y tópicos, sino meramente y de forma espantosa, como un día detrás de otro, y el otro que sucede al anterior, y así hasta morir. De entrada, la peor opción que se le puede plantear a un hombre así es que refelxione sobre sí mismo, dado que las vueltas de su eje lo llevarían danda tumbos hasta los derroteros más lúgubres. Ni siquiera sabría porque hace lo que hace y no otra cosa, tampoco reconocería en él más que un extraño ser desprovisto de lo que antes le servía para seguir su igualmente lamentable història, a saber: la ignorancia de lo que era. Sea dicho de nuevo, un hombre que da pena de ver

Montjuic

Sentados en una escalera de cemento a modo de banco. Montjuic. Encarados a las montañas y con dos cafès, uno con leche y el otro americano. Hay poca gente, día nublado y sin demasiado ruído.


-  (con la actitud solemne del detective) Desde dónde piensa un tipo como tú, me pregunto, será con arreglo a un par de creencias acerca de lo bueno o persiguiendo tres pares de pequeñas corduras asumidas a propósito de lo justo?
- (con condescendencia) Aún no ha comprendido que el hombre prefiere creer en algo falso antes que no creer en nada. Ése es su inexorable destino en el tiempo que vive, señor
-Y también es su inexorable destino que yo le recrimine ésa posición, pues fíjese en qué ha invertido el tiempo de toda su vida, en nada más improductivo que defender con intensa vehemencia creencias cuyas bases responden a la primera pasión del hombre.
- (con desgana) Y Diga, ¿qué pasión es esa?
- ( imperioso) La autoafirmación de la existencia. Un darse significado..
- (sonriendo jactosamente) ¡Menuda estupidez! Eso es un ejercicio de gente de reputación  baja  o sin el menor amor a su persona o a lo que se esté dedicando, lo que, como sus ojos observarán,  no comprende ni por equivocación a este gentleman con quien hablar.
-Ya veo, usted creen en sí mismo, ni siquiera en la vanidad que lo envuelve en todo lo que hace o no hace debe ser suficiente, sino que, estoy seguro, que también cree en sus equivocaciones, injustícias y actos de poco o nada de prestigio.
- (haciéndose el ofendido) ¿Qué está diciendo?
- Le digo que ni ahora ni jamás ha podido usted reconcocerse cometiendo una falta o equivocándose, ésa es su razón de ser y ése son el tipo de cosas que nunca logra comprender. ¡Mírese, todo se articula desde el narcisismo de lo que es y por lo que es! Sin embargo, en virtud de ése mismo narcisismo nunca podrá juzgarse en término negativos y eso, ciertamente, es de necios.
-Entonces, si esto es así..
-(en tono elocuente) Efectivamente.
-(pensativo) Entiendo.
- (desconcertado) ¿Qué entiende?
- Que está carente de amor, que me ha traído hasta aquí para ser objeto de sus recargadas cosntrucciones retóricas acerca de lo humano..
- ( interrumpiendo)¿Eso cree?
- En efecto, estoy convencido de que usted es como yo: ¡un narciso que ya hace tiempo anda sin un público mediante el cual, con discursos doctos que acaban en conclusiones que suelen contribuir a su vanagloria personal, busca  insuflarse de amor propio. Sí, me juzga para postularse encima mío.
- Tal vez sea un narciso y no lo sepa.
- (con soberbia) Sacúdase de ésa duda, ¡lo es!

Se levantan y se van juntos pero sin hablarse, guardando una distancia de cierta hostilidad


G. Bataille, Surrealism

Sub Specie Aeternitatis

Ojos negros como pozos infinitos en los que bañarse, bucear y naufragar hasta ahogarse en una danza mortal, son las únicas opciones que quedan para poder agitar, vivificar y quizá alimentar a esa alma hambrienta que de deseos suspira.

Sus manos, inquietas, tiemblan sin cesar antes de mirarlas y después de tocarlas, jamás durante..

Zapatillas diminutas, verdes, sin cordones, portadoras de esa mujer, la de michelines, cabellera rubia y sonrisa breve; la más sublime, que fue capaz de mudarle el ánimo cual rayo de luz que desciende desde el Sol y, atravesando los espesos nubarrones, logra al fin alumbrar la primera hoja del árbol más alto.

Que se retrotraiga el que no haya comprendido aún que en el mirar de sus ojos, el mover de sus manos y el posar de sus pies, se gesta la perfección del Ser.

Converteix-te en el que ets

Sia la noia que passejava per les voreres de la ciutat fumant una cigarreta, sia l'home de vida mediocre amb un diari sobre la taula d'un bar, sien els sentimentalistes que no dormen per la nit esperant que li escriguin la seva desaforada història d'amor. Tots ells fóren més enllà dels límits de qualsevol penositat; indolents, ho fan tot amb la desgana de l'home abatut que camina lentament cap a la seva execució, si ni tan sols porten un seguiment de les seves aspiracions.  El seu present és l'impuls de l'instant que els persuadeix en voler fer o no una cosa, amb la seguretat  de que el plaer instantàni és l'únic etern en una vida, la seva, que no s'escriu en paraules de grans ni petites fites, ni tampoc d'experiències extraodinàries. Per no tenir, no tenen ni anècdotes que siguin seves, han de recòrrer a la d'altres que els hi ha explicat  algún familiar, amic o conegut i, aleshores, fer-la seva. La relació d'aquest tipus de persones amb el món és de trànsit, encara no han comprès quina és la seva labor en el món, per això vesteixen aquesta cara meitat d'estult meitat d'incrèdul. El seu entorn, mentrestant, els aconsella vivament que es comprometin en un projecte que els faci erigir-se com a persones dignes de la societat (?). Per a ells, no hi ha projecte que  sigui d'una dimensió tal que els pugui satisfer, per haver estat precisament ells els que en la seva etapa juvenil havient concebut altes expectatives a propòsit dels seus fins. Al punt, han contemplat com la seva ambiciosa voluntat ha estat voraçment destruida pel terrible pas d'un temps inevitable que solament els ha deixat solament amb el record del que un dia van aspirar a convertir-se.
En la intimitat expliquen que la consecusió dels anys i les dècades van oprimir la insaciable voluntat de fer-se a sí mateixos com la idea que tenien d'ells, això els va conduir al desànim del que sap que no ha fracassat en aquest món. I es que per a ells, el temps s'oposa a l'ésser, i no a un ésser qualsevol sino a aquell que ells vàren postular
Hi ha una dona que ha demanat la comanda al cambrer i ell s'ha compromès a fer que no en sap res. La dona continua sentada al taburet mentre el cambrer serveix a altres clients i, de sobte, la noia li recorda la comanda. El cambrer fa que no l'ha sentit i s'asenta a llegir el diari. Ella  no sap què fer i ell sí, no la dispensarà. Resulta que ella ara ho sap, i solament sap això: que no al dispensarà i ha de sortir del bar en silenci

Fábula d'un excursionista

Records inventats de com hauria estat aquella vida que vaig renunciar,
reconstrucció d'aquelles pases que mai van poder trepitjar,
es la fábula d'un somiador, del camí que hauria d'haver transitat

amb delicioses experiències i plenitud
El narrador: un excursionista extraviat, el qual perduda ja l'orientació que primava s'ha proposat imaginar-se en les histories de com hauria d'haver estat la seva vida.


...I de com no serà

Robespierre: la verdad del derecho es el terror

Robespierre habla del reino de la verdad, y esa verdad sólo se puede cumplir a través del terror. El terror sin la virtud es impotencia.

Saint-just: lo que produce el bien general es siempre terrible

Hay dos posibles interpretaciones de esta cita de Saint-just, la segunda más contundente que la primera

  1. Es una advertencia a la tentción de imponer el bien general a la sociedad
  2. No hay modo de plantear un bien general que no sea violento.  
Una idea principal del discurso de Robespierre: Los moderados quieren una revolución subordinada a las normas prestablecidas, en la que la dimensión violenta quede fuera de la política. Esto es imposible, no hay revolución que no acarree sangre, porque la verdad de la revolución es la sangre. Es el momento en que la verdad decide fundar el derecho con el terror

Análisis del concepto de fraternité en un discurso de Robespierre:

  1. Se quiere hacer que temáis el poder nacional que vosotros mismos habéis ejercido                     
  2. Se nos quiere hacer temer que la gente caerá víctima de los comités
  3. Se teme ( sujeto impersonal)que los prisioneros sean torturados
  4. Estoy diciendo que alguien que en este momento esté temblando es culpable, pues la inocencia nunca teme el escrutinio público
En 1. el se quiere refiere a vosotros
En 2. el nos quiere refiere a nosotros
En 3. el se teme refiere a cualquiera de nosotros. Es en este punto donde Robespierre da un giro, aludiendo a que cualquiera de nosotros puede estar torturándo a los prisioneros. Así, pues,  el que instiga el temor está dentro de nosotros, este es, el enemigo.
En 4. Robespierre da la estocada en lo que insinuaba en 3, haciéndolo explícito: cualquier persona que sienta miedo es convertida en un traidor, en tanto que al sentirse amenazado por la revolución está yendo en contra de la verdad.

Problematización del miedo como prueba acusatoria

Si esto es así, Robespierre podría haber sido acusado,¿ cómo sabe que el proceso que ha desatado no puede retornársele tal y como le pasó a su compañero Anton? A esta posibilidad Robespierre dice que si es necesario que lo decapiten para que se consuma la revolución, que así sea, puesto que no teme a la muerte. Al punto, aquí radica la diferencia con d'Anton, que si bien este reconoció su miedo a la muerte Robespierre proclamó que la revolución estába por encima de su vida.

Conclusión
Robespierre, figura política brillante, orador sublime, postuló la verdad de una revolución enmarcándola en el concepto de fraternidad, el cual presuponía como traidor a la patria a todo aquel que sintiera miedo de emprender la revolución.

Fórmula robesperriana: la verdad del derecho es el terror

No queda sino batirnos (F. de Quevedo)

Hay miedos que se acurrucan
entre uno y otro escalón
de la escalera que sube
de tus sueños hacia el sol.

Y te acechan, y no dejan
que tu elijas tu lugar.
No queda sino batirnos,
¡no queda sino luchar!

Hay dudas que nos mutilan,
hay deudas del corazón,
hay días que nos estorban,
hay dioses que van de dios.

Pero hay voces que no callan
si las sabes escuchar.
Son los gritos de tu gente
que te animan a luchar.

Y verás que en la vida hay que sufrir,
y verás que en la vida hay que luchar.
Y al final si eres fuerte ganarás
No queda sino batirnos, ¡no queda sino luchar!

Ten cerca siempre a un amigo
y al enemigo a tu lao,
para aprender como piensa
y cuando actúe estar preparao.

Las traiciones que bien matan
son las hechas con "amor",
y no hay estocada más grave
que el acero de una voz.

Y el sudor de tu frente saciará
tu sed de tener sueños y vivir.
Y la vida será tu mayor rival.
No queda sino batirnos, ¡no queda sino luchar!

Hay miedos que se acurrucan
si les cobija tu voz...

Va de Cafè 3:41

En qualsevol lloc del món un cor batega
en aquelsevol lloc hi ha un home mirant al mar i
una dona sucant els peus a l'aigua;
que ningú gosi cridar l'espectre del passat
ara que tenim un present per definir,
una forma que donar,un somriure que esbossar;
hi ha una fletxa que espera ser llançada i uns espectadors
impacients que  es pregunten:
¿Encertarà la sageta el cercle groc?
Aleshores, de sobte, el cor s'atura,
l'home ja no mira al mar ni la dona suca els peus a l'aigua,
els espectres del passat apareixen,
el present s'esfuma....
Espera, hi ha una sageta clavada al ben mig del cercle groc i,
de sobte, en qualsevol lloc del món, un cor ha tornat bategar

Sense títol

Farem un intent de pensar sobre el devenir de l'home admetent com a condició directora que no hi hagi cap presupòsit, cap petició de principi ni molt menys cap creença operant en el nostre discurs.
D'entrada observem que no hi ha una moral innata, l'home no sap que és la justícia de per-se. Un cop a al recepció, contemplem que l'home no detenta un coneixement objectiu, l'home no sap qué és la veritat.
Aleshores se'ns assigna una sala en la que hi han homes que, al igual que nosaltres, es caracteritzen per haver de definir un concepte d'allò just i vertader per a poder copsar/inrtpretar/significar la realitat.
I ara, un cop establerts aquests conceptes, ¿què hi ha per a justificar aquesta existència? Plaers de tot tipus, treballs de tot tipus, creacions de tot tipus. ¿Aquestes possibilitats i d'altres, doncs, serveixen a l'home per a proseguir en la vida amb la consciència de què fent-les efectives obtindrà l'afirmació de que la seva existència està justificada? Els homes extravagants o extraordinaris es deixen descriure per actuar a mode de negació, és a dir, si en la gent està assumit com a normal un cert tipus d'acció en uns paràmetres amplis, ells transgredeixen aquests paràmetres postulant-se en un estadi sobrenormal. L'extravagant es identificable com aquell que ha condemnat les esmentades possibilitats humanes per a justificar l'existpencia com a invàlides. I, per això mateix, s'ha posicionat en la inexistència injustificada de no haver de donar-se raons per a la seva conducta com a home pel fet de no reconèixes com a home, sino com a un ésser lliure i indefinit.
En efecte, allò extrordinari i extravagant s'origina en una base indefinida, que no és res, i que precisament per no ser res pot postularse desde d'un tot, o el que és el mateix, desde la llibertat.

Essai sur l'homme fou dans la société

Présupposés du discours:

1.- La société utilise les bonnes valeurs par civilisé à  l'homme incivilité: tolerance et justice
2.- Thèse:  si le valeur culturel du justicie s'appliqué à l'homme incivilité il devenir fou


Avant tout, il s'agit l'une home incivilité: l'incivilité et l'avenir de la follie marche tenaint par la main, sur les effets que peuvent avoir sur la follie, seulement apparait al bon sens répondre que porter à le déclin de la culture. Mais, quelle cultuture hablais-toi? Il répondu qui la culture des principes basiques du progrés, codes qui référencés à la tolerance et la justice.
 Alors, les essais et les articles que l'on trouvera sur ll'home incivilité, sont une réunification d'arguments écrits qui répondent, dans la plupart des cas, à divers évenements et circonstances qui montren le danger du l'homme follie par la tolerance et la justicie. Effectivement, je crois que tous accepté qui l'homme fou représente une puissante menacé. Mais, est également vrai qui serait plus pertinent demander a ses auteurs, pourquoi l'homme incivilité à devenir fou dans une sphere de tolerance et justice. Ultimement, qu'est-ce qui employé du mecanisme par la culture (de la tolerance et al justicie) pourquoi hommes incivilités ne deviennent pas follies?
Avant d'aborder les antériurs questions, c'est précise considére cette vue: il y a un sujet incivilité qui par naturalaise est invulnérable à des armes produits pour des sujets tolerants, parce qu'il pour l'expression du même signification ne peut reduir l'autre sujet employant techniques que ne sont pas complètement pacifics. Iici, la situacion qui propose c'est la confrontation entre une sujet tolérant et une sujet incivilité qui donne comme résultat, avec conditions absolues des deux significations, une positionnement du sujet d'incivilité qui ne changer pas l'actitudes et une pasitionnement du sujet tolérant qui cgangemment d'catitude, il devient une actitude d'insatisfaction ou/et une contrariés.
Puis, seulement un valeur culturel peut justifier la trnasformation de l'homme incivilisé à l'homme fou; je parler du valeur du justice.


K.

La metàfora------>M. Ray

Definició de metàfora: Associació de dos termes, un de real i un d'imaginari, als quals s'atribueix una analogia o semblança.

Tipus de metàfora:

Metàfora pura o in absentia: només apareix l'element imaginari, i el real s'ha de deduir.

Ex. Vares venir fins on jo dormia
      i em vas despetar,
      i em vas convidar a tenir set
      una gran set per a la qual
      et vas fer copa on jo la pogués veure

-Joan Vinyoli

Metàfora impura o in praesentia: apareixen tots dos elements relacionats per una oposició, per una preposició del verb ser

Ex. Els meus pits són dos ocells engabiats
     que els teus dits els cerquen
     per entre les fulles i les flors del vestit

-Maria Mercè Marçal







Man Ray

El sueño de la infinitud

La melancolía desencadenada por una armónica desafinada
que fluje y refluje en una poesía sin rima,
la cual, amenizada por un whiskey con náusea, permite acceder a lo bello

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El soñador que al contemplar el mar,
habría sido marinero,
y al destacarse la montaña, alpinista
Él es, el soñador soñado.

Capitán de un navío insaciable y voraz,
que al consumar su deseo,
señala con el dedo otro destino en la faz

Los sueños ya no son esa gaviota,
de anchas alas y elegante vuelo,
que bate su plumaje hacia la gloria,
sino que, tornóse un angustiante monstruo
el cual confiesa aquello que deseas ser y no eres; ni serás..
A menos que renunciando al bajo planear de la gaviote te dirijas,
cual Halcón de impetuoso valor, en una ascensión vertical hacia el Sol.

ASPERSÓ

huye cobarde

  • ooooooooooooooooooooooooooooooooh




  • que nada sois por nada sostener




  • aquello que manteneis siempre se os cae, sea por torpeza o miedo lo que turba sus frágiles dedos es lo que ya t ha encontrado




  • equilibrio es decadencia cuando los dedos se agitan en un sonoro bramar , en un gemir de fuerza que desata el desiquilibrio y con ello LA IRA




  • ahh!!!!!!!!!!!




  • para no, caballería




  • arqueros, infantería




  • teucros ,aqueos, temístocles primera fila




  • odiseo, flanco izquierdo y a por alejandro el de la cabellera rubia




  • lo ves, lo veo.




  • Vuélvete a ser niño y encuentra la veloz grandeza del que sobrevuela como un aguila los esclavos corderos que pastan abnegados por un monte que ya no es signo vegetal, sino de infinito. EL hombre, infinito lo ve intemporal y se sumerge en el cauce de lo bello que , a lo lejos, una musa le muestra siempre medio complaciente medio enrabietada, alejándose más y más, hasta que, a la postre, se escapa.no cometa el error de creerse una flor vigorosa capz de polinizar el ensanchado mundo. Mira como roen los gusanos aún tus pies, como luego eres inmoral, y como ahora te crees ingente y magnánimo! te acercas a ella, y de un impulso la violación se consuma y un afilado cuchillo, frío como el acero helado, entra en el útero y allí lo remuve causando estrágos a los órganos que manan sangre negra,  brota incontrladamente, irremisible final..  decapitador sin principios que quizá será prototipo de hombre audaz, de modelo ejemplar en tiempos en los que quien violée para luego castrar, sea un salvador, un mesías de un mundo que cae al vacío inexorablemente, por un precipicio sin fin, en el que el aire no se nota, pero la velocidad aumenta, y a medida que esto pasa los hombres exterminan la raza humana. Temístocles, exclamó insolente Agamenón, nada por entre toda esta masacre de úteros despedazados, de hombres lastimosos que arrastrándose imploran un mundo mejor, mírate, sujeta el bebé a la deriva, inocente del voraz hombre, ausente de culpa y virtuoso en esencia; llévatelo contigo, la cabeza por encima del mar embravecido de los hombres, con una  una vela que figure el sueño que acontece en las verpertinas noches como el discurso del destino. El bebé conducirá el timón en la marejada, el hombre mesías, permanecerá en la quietud, sentado en popa con una taza de ron al alcanze de la mano, fijando su mirada en un horizonte incierto mientras pica un talón contra el otro, así, el hombre se hace hombre tanto más cuanto bebé hace fluir el navío por losvastos océanos del sueño profundo. NO, la felicidad no llega entonces, sólo el infinito en el hombre. El hombre infinito percibe la súbita velocidad con la que el mundo se adntra en el abismo con el sólo vislumbrar que hay de bello en la faz de los sueños...

    Lo bello consiste en admirar desconociendo por qué se admira

    Arg. Intuición sujeto-objeto 

    Y (YO) percibe a X (OBJETO)
    X (OBJETO) genera una sensación de estar percibiendo lo bello a Y (YO)
    Y (YO) desconoce* la causa de por qué  X (OBJETO) produce esa sensación de estar percibiendo lo bello
    La sensación de Y (YO) de estar percibiendo lo bello crea una admiración hacia X (OBJETO)
    Estar percibiendo lo bello es lo mismo que reconocer una admiración de Y (YO) para con X (OBJETO)
    Y (YO) desconoce** por qué admira X(OBJETO)
    --------------------------------------------------
    Lo bello se origina por el desconocimiento*que tiene Y(YO) acerca de por qué admira** a X(OBJETO)




    Arg. II


    Jim Douglas Morrison

     Horse latitudes -the doors                                                                                  

                    
                            1:52-3:54
    Antes yo tenía un jueguecito,
    me gustaba arrastrarme hasta el interior de mi cerebro.
    Creo que ya sabes a que juego me refiero,
    hablo del juego de volverse loco...
    Este jueguecito es muy divertido,
    sólo cierra tus ojos nunca se pierde.
    Y yo estoy aquí, yo también juego.
    Relajate, estamos atravesando.
    Y deberías intentar este juego...
    sólo cierra los ojos, olvida tu nombre,
    olvida el mundo, olvida la gente.
    Y erigiremos un campanario diferente.

    Retrocediendo hasta las profundidades del cerebro.
    Retrocediendo más allá de mi dolor.
    De vuelta donde no llueve nunca

    Antes yo tenía...

    Los sonidos convocados en mis oidos: el estruendo del aspirador del vecino que limpia la moqueta, la piedra del mechero rodando para prender llama, una música de ambiente que se dejaría definir como mística y onírica; cuando se me ocurre que ya he vuelto a olvidar mi nombre, los rasgos de mi carácter; parece trágico el pensamiento, y, de pronto, ¡lo es! De súbito, advierto una pieza, se asemeja a la mirilla de la puerta. En realidad, es precisamente una mirilla de puerta..
    Dejadez humana, reino de la ociosidad presidido por una vagancia que arrastra una alma que cogida a un caballo recorre por caminos empedrados, sin brizna de hierba; y  no placenteramente, no de cualquier forma, sino cual si hubere sido un noble Héctor vengado por un ambicioso y temible Aquiles que espolea su caballo el cual llevando atada mi alma a una cuerda me friega contra el árido suelo desgastándome a la vez que haciéndome retorcer de  dolor. Así, llevado por tortuosas tierras a gran velocidad, desfiguróme mi rostro, irreconocible volvi a casa y con ello mi honor intacto, puesot que sabían que era yo aquella alma ociosa y sombría adolecida en heridas.
    No poseía identidad, nombre, ahora tampoco en lo físico; quizá lo próximo sería, a la postre, no saber cómo ha ocurrido toda esta metamorfosis, no vislumbarar cómo sucumbí a perder mi alma, ahora insondable. Ése día, me veré al espejo con la duda espantosa de no saber quién me mira.

    Un día de ensueño

    El cielo claro, el viento delicado, el Sol brillante, el tacto de la arena fina; enfrente, un mar inquietante; al lado, su rubia melena volteando d'un lado al otro de su rostro de despreocupada sonrisa. Y otra vez, el cielo claro, el viento delicado..al punto, me levanto indeciso del suelo arenoso cuidando todo detalle para ir en busca de esa rubia melena, ¿pero dónde está? Incomprensible, como un mar sin olas,  un Sol sin brillo, una melena sin pelo y un sueño real.


    La doble moral

    Em reservo el narcicisme com a definició oficial de l'home comú. Aquest procedeix a treballar sobre com haurien de ser les coses tot recordant-se que, a efectes pràctics, sempre serà ell el que ja sigui injustificadament o abusant de l'egoísme  imposarà el seu ruinós parer per sobre del tant elegant i majestuós hauria de ser. Amb tot, el discurs de com hauria de ser X consisteix en un pràctica d'oci narcisista, en tant que, extenent llur imaginació configura un prototip ideal d' preparat per rebre els elogis més honorífics d'entre els oïents presents. Amb tot, paralr de com haurien de ser X alimenta el jo narcisista esgotat ja el temps dedicat a l'oci narcicista que tant argrada com a prototip ideal d'un discurs ben format, retorna al seu treball narcicista consistent en dur a terme les pràctices més mesquines i inmorals per un benefici propi o, el que és encara pitjor, per l'insultant plaer d'infringir mal a algú altre.
    Es tracta d'un jo que refina perversament una dobre moral, un doble discurs: el de com hauria de ser X(teoria) el qual  gairebé sempre rep aplaudiments i, d'altra banda, el de com vull que sigui X (pràctica) el qual satisfà els propòsits més innobles.


    Enamorat, X---->Y

    El amor se introduce en X uniéndolo a Y, a lo que ni uno ni otro pueden hacer nada que no sea mostrar una protesta formal, de acuerdo o desacuerdo. Se trata de un vínculo passional que X proyecta a Y con el propósito de que  lo que ahora se muestra como dos partes se convierta en  un conjunto indisoluto, armonioso e irreversible. Atributo del amor, es su invencibilidad, por ello es inútil que sea combatido por X y sólo puede inclinarse a dos opciones: resistirse a explotar el brío de amor reconociéndo a su vez que este deberá marchitarse generando odio, el cual lo devorará hasta el agotamiento; o, por el contrario, obedecer ese brío y, entonces, adentrándose en un camino siempre angosto, repleto de zarzas y animales despiadadamente insaciables, ir al encuentro de Y para manifestarle su voluntad, su amor. Al punto, la desgracia del amor, y por ello mismo su más bella virtud, es, nada más y nada menos, el poder que concede a Y para que haga que ese amor que habita en X cobre sentido y le permita transformar  esa posible voracidad en docilidad y el brío de amor latente en perpetuo sentirse a sí mismo como insuperable junto a su Y.


    La cólera como expresión última de la libertad (bastión del hombre)



    La inacción asedia la libertad: resignación contra cólera

    Mi cólera, criminal con premeditación,
    no debe explotar.
    La comprensión se lo impide, esa valla que sólo
    la perspectiva puede atravesar.

    Así, desde lejos y saturado de cólera acumulada
    que ha cuajado espesa, como cuaja el queso, miro
    cómo, de forma totalmente sensata,
    preparan el final: esmerándose en los detalles

    Arcángeles imperturbables se han capacitado.
    Contra ellos se estrella nuestro miedo pequeño, que quiere
    vivir, vivir a cualquier precio, como si la vida fuera
    un valor en sí.

    ¿Qué hacer con una cólera que no puede estallar?
    ¿ Malgastarla en cartas, en cartas
    que sólo tienen cartas por consecuencia, en las que
    se deplora profundamente la situación, tal como es?
    ¿ O domesticarla,
    y dirigirla contra objetos frágiles?
    ¿ O dejar que se convierta en piedra
    que perdure después del fin?

    Sin las vallas de la comprensión
    sería libre por fin
    y daría un testimonio pétreo, esa cólera mía
    que no debe explotar.

    Grass, GünterLa Ratesa

    Le pianiste et elle

    Los dedos tocando levemente las teclas, lo suficiente como para poder derivar de ellas el correspondiente sonido que, conjuntándose con unos aún vigorosos y otros en tránsito de ser engulidos por el silencio, componen una melodía sugerente a todo el que se sumerja en ella. A su alrededor figuran un grupo de atildadas damas de la alta sociedad que lo observan complacidas por componer el privilegiado grupo a quien ofrece su obra, aunque desconocen porqué son privilegiadas y no mártires invitadas a sufrir la perversa unión de sonidos. Mientras, se escuchan toda suerte de sonidos comunes de la calle que dirigidos a todas direcciones a igual fuerza y siempre intentando atravesarlo todo hasta perecer, logran filtrarse por el grueso cristal hasta llegar ya debilitadas a los oidos de damas y pianista. En el ambiente concurren tanto la más fina melodía interrumpida puntualmente por algún agudo grito que elevado desde la más ruda garganta situada en el fondo de la calle consigue infiltrarse, hasta las aspiraciones más insólitas; una multiplicidad de pretensiones combaten calladament, sin confesarlo pero manifestándolo con la sola presencia en el salón, con el sólo hecho de permanecer sentadas en el diván haciéndose las entendidas; una de ellas cree haber alcanzado las arrugas faciales adecuadas para que al ser vista sus compañeras no puedan sostener duda alguna de sus conocimientos musicales. Me he fijado que hay otras que parece que desprendan otras aspiraciones más cínicas y atrevidas, como avassallarme al fin de mi interpretación  sin mediar palabra y levantándose la falda grotescamente darme un beso. Con todo, estas esperarían oportunamente su ocasión para proceder de esta forma.
    Al fin, termino la pieza y con la muerte del último tono aparece en escena una nube de silencio qu había sido  alimentada por la tensión ceciente de esas aspiraciones y que ahora deja a todos inmovilizados como imbéciles. Con todo, lo único que merece atención es ella, la que no aspira a nada porque su placer es únicamente el unirse a mi en la composición que toco; con sus gestos me habla de en qué medida le ha gustado, con sus arrugas de cuánto le extranya ese sonido que acabo de provocar y, con su presencia, con ella no muestra nada, ninguna aspiración que se superponga a lo que ya le ofrezco, y por ello mismo aún sigo invitando a damas caprichosas e inmorales de la alta sociedad, porque entre todas ellas habita ella, mi amada, sin la que mis dedos ya no correrían de una punta a la otra del teclado, sin la cual los sonidos carecen de una alma paralela que los agarre y los aprisione dándoles sentido, mi musa.

    Un americano. ¡Con dos sobres de azúcar!

    El hombre que despertándose tarde, se envuelve en ropa casual y deja caer un pie en la sucia acera para luego impulsarse y emplazar el otro pie. Se dirige al café Smith y, como aquel que sacándose las gafas con manos torpes se friega maquinalmente los ojos dibujando una mueca extraña, penetra en el local  levantando tímidamente la mano a modo de saludo para luego sentarse maquinalmente en la mesa de mármol gastado dispuesta en la esquina y con vistas a todo el conjunto de clientes. Espera su americando ya casi listo mientras observa el  panorama  que sea abre ante sí; qué desolador, le confiesa a su fuero interno, hombres próximos a los 50 años que con la cabeza gacha cogen débilmente la cucharilla removiendo el café con lentitud, tal como si les hubieran comunicado la muerte de un familiar, ¡o la suya misma!
    No señores, es un pensamiento aún más voraz el que roe sus pensamientos, un gusano jamás saciado que presenta a su pensar un comunicado que le anuncia: si no se cruza ningún fatídico acontecimiento,su estado  actualmente vigoroso le permitirá seguir viviendo en esta misera  durante 30 años más, a lo mínimo. Una y otra vez, ora al punto de acostarse, ora después de dar un breve paseo, ora al instnate de haber perfilado una descontrolada sonrisa o al punto de la jubilosa celebración de un gol; el gusano se hace un sitio entre todo ello y agudamente les vuelve a espetar el mismo comunicado: si no se cruza ningún fatídico acontecimiento,su estado.... Pues, como no inclinarse apesudambrado a admirar el simpático tintineo del cafè al golpéo de la cucharilla,  y olfatear  con callada devoción esa suave aroma que desprende  el vapor y se filtra cómodamente en las entrañas; para luego figurarse el proceso del azucar diluyéndose en el cafè amargo a cada batida  dada con la cucharilla hasta el punto de componer una armonia agridulce, entrañable. Al fin, dar un breve sorbo como si de un privilegio se tratara. Ahora, comprendo sus gestos al tomar el café, logro justificar ese placer que reporta el fijarse en las pequeñeces que incuba, es más, a ratos me dedico a cazar una mueca que indica que el aroma ha penetrado en el o ella sugiriéndole una sonrisa para consigo. Debo admitir que hace un tiempo que actúo de igual forma que ellos, quizá por ello mismo lo describo, quizá por ello mismo deba aceptar que habita en mi ese gusano intratable y perturbador, devorador de esperanzas y proveedor de fatigas sin cansancio, el mismo que sin saber ya me acude con la canción: si no se cruza ningún fatídico acontecimiento,su estado actualmente vigoroso le permitirá seguir viviendo en esta misera  durante 30 años más, a lo mínimo.

    Inercia de un ciudadano-medio

    Que si mi pluma sigue rasgando el papel no es por la gloria que de ello pueda obtener, o quizá sí, aunque entonces ella pertenecerá a un chico que pudiéndola abrazar se vio truncado por la muerte. Esto es, señores, un homenaje a él. Esto es, señores, vivir la vida que él no vivió. A la postre, el único muerto soy yo, y esta es la forma que me hace más feliz de levantarme temprano, preparar el café para tomarlo, encneder la tele para verla, ir a clase para almacenar, andar del vestíbulo al portal, ser educado, intentar ser neutro.
    El hastío es como una capa grísácea que envuelve al hombre haciéndolo desgraciado en una operación con el todo. Al punto, un todo sin-sentido se avalanza contra un hombre hastiado que anda indolentemente por la acera. Ahora esto, luego aquello. Esto sirve para aquello; a su vez, aquello está ahí por una razón útil. Esta concatenación es aplicable a objetos como el transporte público: sirve para desplazarte; a su vez, su existencia se justifica porque sirve como mecanismo para preservar el medio ambiente, descongestionar la ciudad y, consecuentemente, ofrecer menos gases nocivos al ambiente y con ello bla bla.. SALUD. Bien, este es el proceso analítico en el que sucumbe el hombre hastiado o, ciudadano medio, al mirar alrededor buscando el por qué de los objetos. Más tarde, los hombres formales aplauden y alban con palabras pomposas el ejercicio del ciudadano-medio que interatuca con los objetos procurando averiguar su razón de ser. Sin embargo, me pregunto. ¿por qué coño ellos no me preguntan "porque" me empecino a indagar la razón de ser de los objetos? Malditos sea, la respuesta te la dan, como por sistema, recurriendo a un sencillo discurrir utilitarista que pronuncia con voz chirriante: preguntarse el por qué de las cosas es útil para entender por qué están ahí ellas y no otras, o ninguna. Iría un poco más lejos, pasando a instituirme como ciudadano-medios-temerario, apelando en último términoa la pregunta, ¿qué utilidad descansa en saber por qué está un objeto impartiendo una determinada función y no otro o ninguno? Seguramente, aunque no debería estar tan garantizado, tendrían una respuesta bien trabada y coherente para espetarme en toda la frente; a mi, por el momento y siendo generoso,  sólo se me ocurre que sea la siguiente: la utilidad es comprender por qué está ese objeto en concreto. A lo que responderé un tanto indignado, ¿señor y de qué sirve saber que está ése objeto y no otro? A esto me dirá retirando un peldaño el tono de la arrogancia del que sabe-dar-respuesta-a-todo: sirve para comprender como está estructurado el mundo. Bien, a esta respuesta tan poética cabría protestarle: pues si el análisis de los objetos sirve en última instancia para comprender como está estructurado el mundo, propongo que lo estructuremos con otros moldes, para comprenderlo siguiendo otras pautas y así no encontrar en la utilidad del TODO un hastío insoportable. ¡Tosca utilidad! ¡humillante utilidad! Si hay algo seguro en un objeto es que si existe es porque está definido, justificado; nada más. Que es un objeto indefindio, injustificado y carente de todo sentido sino algo con lo que no podemos lograr mediar de ningún modo a causa de no saber por qué está ahí, por qué existe. Esto no es el fin señores, es la antesala de la estocada que sobrevendrá cuando declaré que si de algún problema se aqueja el ciudadno-edio es, precisamente, de que ya no problematiza los objetos sintiéndose un tanto hastiado. No. Lo observo interactuando con los objetos como si hubieran sido legados por a la humanidad con términos impertaivos y desde orígenes remotos. Asombrado quedo, quedamos pero nunca quedan, cuando anuncip que el trnasporte público existe desde Adán y Eva, que los jardines del Edén empleaban sistemas de irrigación refinados. A veces, me preocupa que no sepamos que un objeto está porque el hombre lo a legitimizado dotándolo de valor, y que en ning´nu caso viene dado y inmediamtaente lo admitimos como estático, inamovible. Sí señores, según el ciudadano-medio de hoy en día, los autobuses eran transporte asiduo de griegos antiguos en sus labores de ir del foro al acrópolis, del acrópolis, al puerto.

    Tiroteo entre agentes de la SS y agentes británicos. 1940

    Contexto:  Año  1940. En una cafeteria localizada en una región holandesa fronteriza con Alemanaia, acuerdan reunirse agentes británicos ( Intelligence Service) con informadores alemanes antinazis (que atuán como doble espías, puesto que en realidad son agentes de la SS) para intercambiar información privilegiada acerca del Tercer Reich.

    Buick: coche británico donde van Coppens, Best y Stevens
    Coche de la SS:  Son dos coches y en uno de ellos va Nuajocks
    Agentes birtánicos: Coppens, Best, Stevens
    Agentes de la SS:  Naujocks, Schellenberg y el narrador ( el doble espía de la SS)

    Tiroteo entre agentes de la SS y agentes británicos

    El gran Buick se aproximaba rápidamente, prosiguió Schellenberg, después, con un enérgico golpe de frenos, dio la vuelta en el aparcamiento de coches situado detrás del café. Me adelanté hacia él, y ya estaba a una decena de metros, cuando oí aproximarse el coche de la SS. De pronto resonaron unos disparos y oí unos gritos. El coche SS que había aparcado detrás del despacho de aduanas alemán había sido dirigido contra la barrera holandesa. Los disparos estaban destinados a aumentar la sorpresa, y habían creado una confusión tan grande,que los guardias fronterizos holandeses corrían por todas partes sin hacer nada útil.
    >El capitán Best conducía el Buick, y el teniente Coppens( espía británico) estaba sentado a su lado. Coppens salió inmediatamente fuera del choche, y sacó un revólver enorme de ordenanza, que blandió sobre mi. Completamente desarmado, salté de lado intentando presentar un blanco lo más reducido posible.
    >En ese momento, el coche SS volvió la esquina a toda velocidad, derrapando teriblmente, y entró en el parque. Coppens, dándose cuenta del peligro, se volvió y disparó varias veces contra el parabrisas. Vi como el cristal saltaba hecho pedazos(..). Estaba convencido de que Coppens había alcanzado el chófer y al jefe SS ( Naujocks) que estaba sentado a su lado. Me pareció que pasaba una eternidad de tiempo antes de que pasara nada. Pero de pronto, vi la silueta esbelta del jefe SS ( Naujocks) que descendía del auto. También él había sacado su revólver, y se entabló un verdadero duelo entre Coppens y él. No habiendo tenido tiempo de moverme, me encontré entre ellos. Los dos disparaban tranquilamente, apuntando cuidadosamente. Después, Coppens bajó lentamente su arma, y se dobló sobre sus rodillas. Oí que Naujocks decía: !Salga de ahí, diablo! !No me explico cómo no ha sido herido!. Volví corriendo a la esquina del edificio. Miré detrás, y vi a Best y Stevens ( espías británicos) sacados fuera del Buick por los SS, como si fueran sacos de heno. Salté entonces dentro de mi coche, dejando a los SS la tarea de terminar la operación. Cada uno debía volver por su cuenta y riesgo a Düsseldorf lo más pronto que le fuera posible. Legué en una media hora, y los SS me siguieron a poca distancia.


    Examinan los documentos cogidos por los alemanes al teniente Coppens, que realmente no es inglés, sino oficial de Estado Mayor holandés, y cuyo verdadero nombre es Dirk Klopp. No logrará sobrevivir a sus heridas. Best y Stevens son llevados inmediatamente a Berlín por los SS mandados por el Oberstumführer SS Bernhard Christensen. Serán mantenidos prisioneros durante toda la guerra y liberados por los aliados en 1945.

    El abrevadero de la muerte es la compañía

    Las murallas no resisten los envites, porque ellos no provienen de los enemigos, sino de los aliados más fieles. El cuerpo se paraliza, y tras coger una bocanada de aire para afrontar la dura lucha contra este nuevo enemigo ve que ya sólo puede sentirse que derrotado. Resignado con la cabeza gacha, suspira, suspira los lamentos que brotan del lugar más profundo de su alma para luego soltarlos a un mundo indiferente ante su dolor. Ese malestar que carcome el alama como a la madera más endeble, capaz de penetrar sigilosamente por el laberinto más arduo hasta llegar al lugar donde emergen las lágrimas más dolorosas, esas que sólo manan en los ojos, cuando la lanza punzante del enemigo ha querido matar ea corazón sin causar sangre ni desperfecto físico, dando así, muerte solamente al alma. Así, el enemigo deja huérfano al hombre de su alma, desnaturalizándolo, provocando que huya encabritado de la sensibilidad a la rudeza, del amor al odio. Transmutando el valor del bien por el del mal, convirtiendo este último como inspiración a su vida, funesta vida que se escurre penosamente, cual vícera despegada de su cuerpo, sin sentido de ser camina errante y temeroso hacia un acantilado que teme absorberlo, puesto que al hacerlo, quizá se deba expulsarlo de sus adentros otra vez al mundo. Los abismos reacios de acoger cuerpos corruptos por el mal, los escupen al precipicio reiteradamente, hasta que el suicida se resigna a permanecer atornillado al precipicio, débil, embriagado de dolor, sosteniendo la pena de la desolación. Desolación que lo arremete constantemente como el viento que zarandea la leve hoja, ora hacia allí, ora para acá, ora la agita para posarla en el balcón, ora la agita levantándola para dejarla caer en un enlosado suelo, ora todos los transeúntes la siguen con la mirada, ora la hoja soy yo, el viento es el devenir de la vida, ¿los observadores? Curiosos espectadores por descubrir el triste final de la hoja. Se preguntarán, ¿cómo sabes que el final de la hoja llevada por el viento es triste? A lo que responderé, si el viento pudiera unir la hoja con la rama del árbol, entonces, y solamente entonces, podría haber un final feliz para ella.

    Faig, desfaig, no sé que he fet, tampoc sé perquè ho he desfet.

    Faig, desfaig, no sé que he fet, tampoc sé perquè ho he desfet. Ho torno a lligar tot, no m'agrada, no t'agrada? A ells els hi agrada, ho desfaig. En faig un altre, aquest al meu gust, a ells no els hi agrada, què faig, faig el que vull, vull el que volen o el que vull per a mi, penso en els dos, solament en pot gaudir un, no percebo signes de sacrifici per la seva part, em miro a mi mateix, escopeixo ser súbdit de destijos fets a mesura, busco complicitat, aliances entre els jutges de la meva obra. Em miren, em volen escopir, estults, no m'enfado, la serenor em permetrà abatir-me a mi mateix, ells seguiràn esperant impasibles amb els seu rostre d'indeferència una obra que els plagui, em sento esclau del seu gust, gust vulgar,simple, inexplicbale, d'homes de granja, animals innombrables, mirades opressives, el temps apremia, volen una peça segons el que deia un autor d'un llibre, despersonalitzats en cada paraula, m'atabalen!. Què faig, escanyar-los, ofegar-los, prèmer el pensament de l'odi i ofegar-los, un rere l'altre, amb satisfacció, disfrutant de cada gemec proferit, degustant la tensió dels nervis del coll que m'anuncien l'últim impuls del seu cos per alliberar-se de les meves mans, mans? demoledores mans, cruentes i dstructives, destrossar-ho tot pero en aparença, seguiràn assitin homes cults amb gust absorbit d'algún manual d'art, per a increpar-me sobre el que ha de tenir i ha d'excloure la meva peça.

    "Vull pensar, penso, què penso, abans de pensar-ho ja tinc un pensament"

    Vull pensar, penso, què penso, abans de pensar-ho ja tinc un pensament, un vetall de temes capritxosos, capritxosos es barallen, es barallen per ocupar un pensament, tots son embolcalls buits, conceptes, frases célebres, vull pensar, en què penso, això no es pensar, s'entosudeixen en ser els primers, noveles s'apareixen arrogants per a fer fora la filosofia que predominava fins ara, no em preguntara, i si em preguntesssin serien almenys bons hostes, no ho fan, venen i m'arrabeten el cap, es coloquen en fila, tots els conceptes ben preparats, pero no son meus, pensamens de segona mà, no en vull, perquè hi són sense ahver-ho volgut, tampoc vull escriure les seves memòries, magatzem absurd, em miren els conceptes aferrantse a les seves butaques, sempre dins del meu cap, sempre infranquejables en la seva propotència, no deixen conviure amb la buidor creadora, son assitents insaciables, totes les funcions, tots els pensaments, que si penso ha de ser en un d'ells perquè així ho volen, pensar, pensar que vull, i no voler, com una esquerda entre el que hi ha dins meu i el que vull, divorciats tots dos, sense reconciliació possible. Esbaratats, feixucs, encara romanen els conceptes i pensaments, crec començar a pensar, i penso, penso com un home que vol crear, torno a ser improductiu, com un neci em dic: no vull ser improductiu. Ans estableixo un monòleg amb el que ja sóc, no vull ser un improductiu sent'-ho, no vols el que ets?Doncs raonaments que semblen embestir-me des d'un gratacels, jo estic a soterrani d'aquest gratacels, qui m'hi coloca sense preguntar aquí baix. Sempre penso en pensar, com qui reté un gran desig concebible i que es incapaç de conncebre, incapaç de concebre perquè sempre ha fracassat en l'intent, intent frustrat, sempre un recorregut al mateix fi, sempre una esperança fictícia propia del nen, nen que no pretén pensar i, pot ser per això, pensa i crea. Com si, al no proposart-ho, ho fessis excelentment i, proposant-ho, estiguessis condemnat al fracàs,  aquesta relació de l'home amb l'home, relació formal i alhora cómica, semblant a un joc en el que creus ser l'espectador, però no, n'ets la més vulgar de les titelles, la qual no té poder sobre ella mateix, no tinc poder, titella improductiva aquesta que s'integra en jocs que desconeix en regles i funcionament, qui ho fa, sempre un misteri, misteri inventat, misteri creat. El creo jo o se'm apareix com a titella que sóc per gràcia d'algú altre, no et vull conèixer tampoc, pots ser jugant, jugar amb mi, et divertiràs, ves amb compte, amb compte pel perill, no preguntis quin, perquè el perill ets tu mateix, les teves regles i funcionament, quines, no ho sé si tmapoc les conec, dubto que tu les coneguis, jugues impruduntment amb mi, tiella improductiva, joc violent i sàdic, m'embesteixes contra mi mateix, em suicides, em fas realitzar maniobres estranyes, estranyes perquè no entenc perquè em fas caminar per aquí, per on? Això et pregunto! No confio amb tu, però la titella que m'has fet ser un dia s'enfilarà pels fils que ara manipules, tot mossegante un dit i així donant fi al teu joc cínic. Et mosSegaré, ja ho crec, sense dit romandràs i jo vida prendrè. Remuntaré el gratacels i aleshores, sempre aleshores si no ara, podré mirar el meu cap buit, buit de conceptes, ple de creativitat, net, sense la brutícia d'un joc sense complicitat ni sentit.

    Karl Kraus con su mordaz sátira.

    Sobre Stefan Zweig, por ejemplo, un escritor de su época, el austríaco-judío tiene lo siguiente que decir:


    El señor Stefan Zweig, hoy en día uno de los charlatanes más representativos de la cultura europea, me haría imposible dejar de naufragar en la superficialidad de sus profundas frases, si en esforzada práctica no hubiera ganado yo una acreditada resistencia a darme por contento con el lugar en que mi vista haya ido a parar.


    Un Karl Kraus (1874-1936)es periodista y escritor. Dotado de una sátira puntiaguda, emplea esa facultad para criticar a otros contemporáneos rastreando sus talones de Aquiles. Su víctimas suelen ser personajes que alteran su parecer artificialmente, para distinguirse del resto y así alzarse como eminencias. A ellos, Kraus profiere severas recriminaciones de forma sutil y delicada.

    El caso de Zane

    Todos los privilegiados que pudieron observarla se preguntaron por qué sus ojos manaban ríos de agua que, serpenteando por la mejilla, acababan acumulándose en el vórtice de la mandíbula y, allí, a cada cierto intervalo de tiempo se desprendían de su rostro en una gruesa lágrima que conseguía impactarlos. Jamás se agotaron los observadores, así como tampoco el manantial de lágrimas de la madre para así prolongar la demática escena.  Ella había contemplado como su hija crecía en la mediocridad, en un ambiente sórdido propio de la desesperanza y el abatimiento del hombre que, en pugna constante con las adversidades de la vida, había sido vencido y, por eso mismo, se había alojado en un  paraje penoso aunque pacífico. "En la míseria, es el lugar donde la ferocidad de las zarpas de la vida ya no llegan a alcanzarte- se decían los vagabundos". Sin embargo, este proceder es el propio de alguien que ha vivido lo suficiente, es decir que ha sido desgarrado por las zarpas de las hienas de la vida, para poder proclamar así su mísera vida y, entonces, relegarse a la podredumbre más confortable. No obstante, este no es el progreso que siguió la joven Zane, la cual aún florecía cuando se vió expulsada a las llanuras de una miseria que sólo conocoe su horizonte en la misma muerte.
    Con todo, es absurdo relatar los comos y los por qués del devenir de las vidas de la madre de Zane y de la propia Zane, puesto que en lo resultante es perverso contaros que su relación llevo a esta última a un fatídico final. Permitiéndome esta licencia, no contribuiría en que los huesos de esa moribunda hija, ya devorados por gusanos y otros carroñeros subterráneos, pudieran insuflarse ni la más bímia sensación de alivio, placer o, incluso, justícia. Pero os debería acechar con impertinencia la qüestión, tornada en fundamental, de por qué  la hija se sumergió en este funesto camino hacia la muerte; y por eso mismo, es igual de vital escribir que no hizo la madre para evitar cada paso que ella dio. Esto es oportuno, empero, narrarlo supondría que unas lágrimas excepcionales de la madre brotaran ahora del lector, con lo que sólo obtendrías una sensación de repugnancia respecto a la madre y, desde luego, para la hija de un amor a su persona que se ilustraría con la constitución de palabras en forma de honores que parecen otorgarle lo que le merece, aunque ni siquiera ha hecho para merecerlo más méritos que el que aún no ha existido. Sucumbió de la forma más poco elogiable, en tanto que lo que vivió lo comprendió con resignación y eso no es un factor para colmar a alguien de honores, como tampoco que al ser joven y, por ello ingénua, inexperta, pudiera afrontar las dsitintas situaciones hostiles. Eso es, avispados lectores, que narrando los difernetes sucesos que explican loa quí esbozado, solamente contribuiría a que las lombrices y otros animales que se nutren ahora de ella, se sientan regocijados de comerse  un cuerpo que es capaz de causar tanta perplejidad y sufrimiento en  la sensibilidad de los hombres; eso es, llorando constantemente.

    Franz Kafka: El proceso, Josef K

    La voluntad de Josef K penetra en una cárcel abstracta (acusación), luego la llave es depositada en un escondrijo ( la justicia). De esto se sigue que Josef K pueda inclinarse por intentar buscar la llave para liberarse de la cácel. Esto es, afrontar las acusaciones sometiéndose al proceso que presciba la justicia. O, por el contrario, decidirse a vivir en su cárcel, en la cual vivir se traduce en una permanente incomodida, producto de que, aún siendo plenamente conciente de su inocencia y, por ende, de la imposibilidad de cualquier castigo, es objeto de una acusación . En ambos casos nuestro personaje se ve enclavado en una cárcel abstracta, en virtud de la cual el único instrumento válido para liberarse de su incomodiad es  mediante la justicia. Por tanto, lo relevante es si decide participar en el proceso judicial o mantenerse al margen, es decir, si decide proceder según un complejo aparato judicial o, adversamente, reposar serenamente en una conciencia que se sabe inocente. No obstante esta última opción, el proceso judicial perseverará en su proceso para declarar una sentencia sobre el caso.

    • Cárcel: acusación.
    • Liberación de la acusación: contribuir en el proceso judicial que establezca.
    • Motivos para rehusar tal contribución: una justicia absurda y la irrefutable inocencia.
    • Motivos para implicarse en tal contribución: una justicia que se decanta por su implacabilidad en aquellos casos en los que el sujeto no colabora en el proceso judicial. 
    El dilema es, pues, intentar suprimir la incomodidad de una acusación que pesa sobre él o convivir con tal acusación. Los componentes que nutren el dilema son una justicia lenta y temible y una palmaria inocencia, respectivamente.

    Esto es, la estructura que subyace en la obra del Proceso:

    1) Josef K es presuntamente culpable de unas acusaciones que permanecen ocultas.

    2) Éste, sin embargo, es enteramente conciente de su inocencia frente a cualquier cargo que le puedan atribuir

    3) Una serie de personajes le advierten  que la justicia va a enjuiciarlo. Luego, se le insta a cumplir el proceso judicial pertinente para así quedar absuelto, sino obedece será muy probable que sea penado.

    4) De esto se sigue que Josef K  se sumerja en un procedimiento judicial el cual tratará de resolver con la mayo inmediatez, rehusando así, a  seguir el intrincado proceso que le han indicado como el más adecuado.

    5) Josef K, observa un aparato judicial incomprensible y, al mismo tiempo, y por eso mismo, de un progreso dificultoso y tedioso respecto a la resolución de su sentencia.

    6) Se plantea un dualismo, en primer lugar la absoluta seguridad de su inocencia; y en segundo, la representación de una implacable justicia que perjudica a todo aquel que no se encamina por el proceso que establece.

    7) Josef K, hastiado por la inexplicable opresión una justicia compleja, decide no ser riguroso con al el proceso.

    8) Josef K es llevado por dos hombres a un descampado y, allí, le cercenan el cuello.

    Quizá, al menos para mi, lo más singular de esta concatenación de condicionamientos y consiguiente actitudes, sea que, a menos que Josef K no subyaga al proceso judicial, será condenado terriblemente (siendo palmariamente inocente) y, participar en él implica un procedimiento siempre oculto, siempre misterioso, siempre estancado en le mismo punto, en el punto de un funcionario insignificante.
    Otro punto bastante original, es el de una justicia la cual emplea un intricado sistema el cual no permite a Josef K resolver rápidamente el juicio, antes bien, sólo la anhelada inmediatez solamente se aparece cuando este desiste del proceso judicial.

    Una aproximación a la libertad del hombre

    Contemplaremos el proceso decisorio por el cual discurre el hombre para percatarnos si quién elige es el gobernalle determinista o el de nuestra voluntad - propuse esperando ser complacido. – Sin reservas de ningún tipo, adéntrate en ese terreno si lo crees conveniente,  que yo posaré mi atención en cada vocablo que expreses -dijo un Mirlo expectante. –Bien, posa tu mirada en un hombre ubicado en una realidad concreta que le subministra (siguiendo el proceso ya referido) una serie de conceptos electivos (opciones) que le sirven a su conciencia para decidirse impulsar una acto u otro. El caso consiste en el de un hombre que debe decidir si construir o no una casa en la que habitar y, para ello consta de un bagaje de posibilidades en su conciencia: el primero alude a una casa que se puede construir en una montaña de libre disposición empleando la madera de los árboles; la segunda opción se define en una casa adquirida en los aledaños de la polis; por otra parte, la tercera corresponde a negarse a construir casa alguna. Entonces el hombre puede sujetarse en el principio de elección que crea más óptimo para deliberar en el juicio. Si tal deliberación se secunda sin la intromisión en la conciencia de la presión de una polis que menosprecia a todo hombre que se aleja de la comunidad concediéndole el título de bestia, a la vez, que elude la coacción de una familia tal que le agravie si accede vivir sin hogar, en la intemperie y, se desembaraza de la connotación peyorativa de que vivir en los aledaños de la polis es propio de proscritos sociales. Semejantes consideraciones, al igual que muchas otras, interferirían en el juicio condicionándolo de forma que el hombre no se sumergiría en una posibilidad por sus propios principios, sino por las distintas causas ajenas lo que supondría que ha prescindido de su autonomía y, por ende, de la condición de posibilidad de su libertad. Sin embargo, admitiendo que el hombre sustenta la autonomía correspondiente en su juicio, observaremos que esto comporta que el hombre necesariamente alberge en su conciencia las tres posibilidades con la misma potencia y, que aquello que le hará inclinarse por una posibilidad dependerá del principio que adopte. Por lo tanto, la cuestión más oportuna a realizarse es: ¿qué elemento del hombre funciona discriminador de dos de las tres posibilidades que poseemos? – sugerí intranquilo. – Su exposición se traduce en un rodeo a la libertad, puesto que te invade la perpetua cuestión de: ¿qué causa proporciona la voluntad necesaria al hombre para dirigirse según el principio que desee? Una intuición, instinto, razón, o, por el contrario, no existe la libertad y estamos condenados a un determinismo- dijo Mirlo ambicionando mi rendición. – Ahí reside nuestra torpeza Mirlo, en apresurarnos a proporcionarle al hombre una comprobación que justifique la decisión y, de esta forma, escapar del determinismo que nos acecha. Empero, nuestro hombre dispone de tres posibilidades conservadas en su conciencia autónomamente, de aquí se deduce que deba asumir una u otra opción inevitablemente. Acompaño el término “inevitable” a mi discurso, en razón de que si el hombre se insta a no decidirse por ninguna de las tres únicas posibilidades, estará inclinándose por una de ellas necesariamente, aquella que expresa no construirse ningún refugio y permanecer en la intemperie. No decidir ninguna opción implica decidirse por una de ellas ¿Lo comprende? – inquirí. – En efecto, le comprendo                  -corroboró Mirlo. –Recopilaré lo ya desmembrado, para atravesar la densa bruma que oculta el subterfugio de esta inevitabilidad- confesé seguro de mí mismo. – Me parece muy oportuno para depurar las confusiones que me acechan -corroboró Mirlo. –Al hombre que baraja las tres únicas posibilidades de intervenir en al realidad se le podrán objetar consideraciones apelativas a que acrecentaría su libertad (bienes externos, poder, conocimiento) si dispusiera de más posibilidades a las cuales optar, pero ese es una condición empírica superflua en el caso que nos concierne, ya que solamente con dos opciones se abre la brecha de la elección. Pero tal disquisición es perniciosa para nuestra indagación, el camino adecuado nos acontece con el siguiente planteamiento: ¿el hombre puede no decidirse de entre ninguna de las tres posibilidades y al mismo tiempo no percatarse que el hecho de no decidirse por ninguna de ellas implica tomar una decisión al respecto ( omitir la construcción de la casa ( consta como tercera posibilidad) – establecí cautelosamente. -El hombre (autónomo)- se animó Mirlo- habita en el mundo con conciencia de las distintas posibilidades que le pertenecen en cada situación y, es precisamente en esta conciencia del hombre interactuando con la realidad donde palpita la libertad, en tanto que el hombre absorbe involuntariamente mediante sus respectivos sentidos la información de la realidad, la cual el entendimiento conceptualiza para que la razón califique si son ordinarios o cumplen la condición de posibles. Una vez quedan desmarcados los conceptos electivos ( posibles), se transmiten a una conciencia que siente la presión de las diversas posibilidades de acción, siendo así que si el hombre se acoge a consumar una posibilidad u otra lo hará conciente de que podría haber consumado otra posibilidad. La aparición en la conciencia de estas posibles elecciones, se representan en la misma en una constante pugna las unas con las otras para ser escogidas por la voluntad. Tal fenómeno en la conciencia se genera en el preciso instante en que el hombre percibe una realidad una determinada (como p.Ej., el hogar). De esto se sigue, que el hombre en tanto que portador de una conciencia constituida por posibles elecciones, manifiesta síntomas de ser libre, en tanto que siempre se verá sumido a escoger una de las posibles elecciones acompañado de una  conciencia responsable de declararle que, al hacerlo, ha rehusado el resto de posibilidades y, muy probablemente, resultados distintos. Incluso si elige omitir acto alguno, estará sumiéndose en una de las posibles elecciones de las cuales tiene conciencia. Esto es así, por qué la conciencia carga con la ininterrumpida presión de las posibilidades que podría haber ejecutado y ha renunciado emprender ,por tanto, si escoge no hacer nada convivirá con la conciencia de que uno: podría haber hecho algo distinto; y dos: no hacer nada constaba dentro de las posibles elecciones contenidas en al conciencia. Esta relación entre conciencia y elecciones posibles es evidente, puesto que supone una incoherencia  sostener que un hombre pueda elegir hacer algo si antes no ha tenido conciencia de que podía hacerlo –esgrimí intentando convencer a Mirlo.            -El paradigma propuesto se podría enunciar con la siguiente ilustración: hay un estudiante ubicado en el pupitre de una clase, el cual concibe la realidad del contexto por medio de unos sentidos que lo traspasan al entendimiento que, después de conceptualizarlos, los deposita en una conciencia donde el instrumento de la razón les concede o no el título de posibles. De modo, que el estudiante incuba en la conciencia de que está en una clase, con toda la descripción física que ello implica, también tiene conciencia (facultad racional) de lo que le es posible hacer y, lógicamente, de lo que se presenta como imposible. Sus posibilidades electivas de incidir en la realidad son susceptibles a la conjunción de las circunstancias empíricas (la realidad en la que se encuentra) con las capacidades físicas y mentales del estudiante. Las circunstancias empíricas de la clase determinan un cierto numero de posibilidades (mayor o menor según las características de al realidad) que, finalmente, reposan en la conciencia, ya que si el estudiante ostenta un tirachinas podrá disparar un proyectil a alguien o, si dispone de un amigo que le sea imprescindible para realizar un acto percibirá otra posibilidad electiva. Por otro lado, las circunstancias del sujeto (físicas y mentales) miden la profusión de un mayor o menor bagaje de posibilidades en la conciencia, por ejemplo si el estudiante es fuerte podrá levantar la mesa, si es muy ágil podrá optar a alcanzar un objeto de difícil acceso.  Conforme a las circunstancias mentales, se desprende la capacidad intelectual de poder ingeniarse tal suceso o de atreverse perpetrar  tal villanía, entre otros.  Semejantes supuestos sobre la realidad  y el hombre se configuran como condicionamientos en la formación de posibilidades en la conciencia, comportando de esta forma que el sujeto pueda servirse de un numero mayor o menor de posibles elecciones – complementó Mirlo con audacia. - Otro aspecto a señalar, es que el estudiante toma conciencia de aquellos conceptos han sido filtrados por la razón como opciones imposibles,  esta discriminación llevada a cabo por la razón nos permite percatarnos de opciones ilusas como sería sobrevolar la clase, pretender disparar rayos letales por el iris del ojo o cualquier concepto que la conciencia desestime por guardar incoherencias con la realidad que incumbe al hombre. La razón, en cuanto tal delimita en términos de posibilidad e imposibilidad el índice de libertad  de que dispone cada hombre en particular en cada situación concreta, decretando cuales son aquellos actos realizables según las circunstancias y cuales son los actos de carácter ilusorio. Fiel a las líneas que me preceden, el estudiante en cuestión tendrá conciencia de una multiplicidad de posibilidades de mayor o menor envergadura correspondiente a los factores descritos, de aquí se deduce que un hombre sin iniciativa sea menos libre que otro con iniciativa (circunstancias mentales) o, que un hombre cuya realidad consiste en permanecer como reo en una celda manipule en su conciencia un menor numero de posibilidades  que otro que se halle en libertad física ( circunstancias físicas) – pronuncié ratificando las ideas que de Mirlo ya me había mostrado. -No obstante esto, es conveniente retornar al caso del alumno. Éste siempre  deberá considerar en su conciencia dos posibilidades para hacer brotar el juicio electivo. Supongamos que el alumno solamente detecta en su conciencia las siguientes posibilidades: interrumpir al profesor groseramente o cortésmente, anotar apuntes en su cuaderno, irse de clase de improviso, vociferar onomatopeyas y omitir cualquier acción. Las posibilidades precedentes prorrumpen en su conciencia sin previo aviso, en tanto que se le aparecen de involuntariamente y de inmediato por medio del proceso ya descrito. El estudiante permanece sentado en la silla de su pupitre y, se cerciora a él mismo como un sujeto tal que cualquier decisión que pretenda desplegar en la realidad propiciará necesariamente el rechazo hacia las otras; consecuentemente, si el alumno se inclina por no enunciar ningún juicio al respecto estará renegando de todas las posibilidades menos la de la inoperancia (el no hacer nada es una de las posibilidades electivas). Atendiendo a esto,  la interrelación entre las capacidades que ofrece el hombre (subjetivamente) y las circunstancias particulares a cada realidad del Mundo, aprovisionan al hombre de la conciencia de unas determinadas posibilidades electivas que están en pugna ente ellas y, elija la que elija ( no hacer nada implica elegir una posibilidad) de entre ellas, se verá sumergido en la conciencia de poder haber guiado su voluntad hacia otra posibilidad electiva que produjera otro resultado al obtenido. Identificamos en nuestra conciencia  el hecho de que habitan ( involuntariamente) las  posibilidades electivas correspondientes a la situación subjetiva del hombre con la realidad, y esa misma conciencia nos suscita una presión perpetua que se emana con la sensación de equivocarse cuando nos inclinamos y no por otra.- arguye haciendo madurar mis ideas a medida que transcurría el tiempo Mirlo. –Tan solo puedo reconocer la coherencia del desarrollo del aparato de la libertad en el esquema presentado. Debo agregar, que si aceptamos que el hombre obtiene de forma involuntaria e incesante la conciencia de unas posibilidades electivas tales que persisten en la conciencia a priori i a posteriori del la decisión del hombre, debemos concluir que el hecho de que imperen perpetuamente en el ejercicio de la voluntad, señala que, si bien he obrado siguiendo una posibilidad, podría haberlo hecho siguiendo a otra muy distinta. Asimismo, si me propusiera omitir acto alguno tendría conciencia de que podría haber actuado siguiendo una posibilidad opuesta. Respaldándome en la firmeza de tal idea, no me queda más que inferir que ser conciente de las distintas alternativas electivas de forma constante demuestra que nos determinamos mediante nuestra voluntad. Lógicamente, si acatamos esta tesis, queda suprimido como gobernalle de nuestro navío el determinismo -concluyó Mirlo. –En efecto Mirlo, si la decisión opta por un rumbo u otro, siempre podremos recurrir a una conciencia que nos confiere la idea de que podríamos haber secundado la otra alternativa otra dirección y, por lo tanto, otro resultado. Esta nimiedad nos dota de una leve demostración de nuestra libertad –aduje prudentemente. – Convengo en ello K. Al gobernalle de nuestro navío le presiona una realidad especifica tal que le impone en su conciencia que debe elegir necesariamente alguna de las posibilidades electivas: 1) los diversos rumbos 2) omitir el juicio i naufragar 3) otorgar la potestad del navío a un marinero 4) suicidarse. Es irrelevante cual elija de ellas, puesto que será conciente de que podría haber optado por otra distinta y, ese  perpetuo contacto con otra posibilidad  que ha decidido renunciar, le remitirá a que, lejos de estar determinado, el posee la voluntad decisoria que le hace libre necesariamente – afirmó Mirlo. – Me parece Mirlo, que sus palabras aluden a una emoción que solamente puede justificarse admitiendo  que las posibilidades electivas están en constante relación con la conciencia del hombre. Me refiero al arrepentimiento, el cual debe la causa de su nacimiento al estado de tener conciencia que podría haber ejecutado una posibilidad electiva distinta que me hubiera concedido unos resultados más halagüeños, en vez de inclinar mi voluntad hacia la acción que ya he consumado