Paradise Lost, Milton [expulsión del paraíso, último canto]

Atrás vuelve la vista en el instante
Y a la parte oriental de su morada
La espada fulminante
Ven en hondas flamígeras vibrado;
Y su elevada puerta,
Con armas centelleantes ya cubierta,
De tremendos semblantes ocupada.

Verter les hizo lágrimas natura;
Mas la vista de un mundo, que anchuroso
Lugares ofrecía a su reposo
Las enjuga, calmando su amargura.

Aunque errante su paso y vagoroso,
Asidos de la mano con ternura,
En el Edén por solitaria vía
Siguen la Providencia que los guía.




1.21


Quand sacrifier esthétique pour la sincérité. Vous perdez l'ambiguïté et obtenez la vérité. De là, tout ce que nous pouvons dire de cette vérité, seront graves. Cela se produit lorsque l'un est franchement avoué. Ensuite, si quelqu'un croit authentiquement à la franchise de ses aveux. Ce quelqu'un a deux options réelles : répondre sérieusement ou de se taire. La chose drôle est que toute confidentialité, c'est à dire le vrai discours, ne supporte pas toute réponse possible.

La confession est uniquement faite pour être entendu, rien de plus.

À la fin, il y a deux problèmes, le premier s'ils croient ou ne croient pas la confiance révélée ; le second, qui savent écouter. Le plus étrange est que croire en la vérité d'une confiance et savoir écouter, c'est la même.
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Cuando sacrificas la estética por la sinceridad.  Pierdes la ambigüedad y consigues la verdad. Desde aquí, todo lo que se pueda decir a partir de esa verdad, será serio. Esto ocurre cuando uno se confiesa francamente. Entonces, si alguien cree autenticamente en la franqueza de su confesión. Este alguien tiene dos opciones reales: responderle seriamente o callarse. Lo curioso es que toda  confidencia, es decir, el discurso verdadero, no admite ninguna posible respuesta.

La confesión sólo está hecha para ser escuchada, nada más. 

Al final, hay dos problemas, el primero si creen o no creen la confidencia desvelada; el segundo, que sepan escucharla. Lo más extraño de todo es que creer en la verdad de una confidencia y saber escucharla es lo mismo.