La náusea sartreana

Son los secretarios, los empleados, los comerciantes, los que escuchan a los demás en el café; al acercarse a los cuarenta se sienten henchidos de una experiencia que no pueden verter fuera. Afortunadamente han tenido hijos y los obligan a consumirla. Quisieran hacernos creer que su pasado no está perdido, que sus recuerdos se han condensado y convertido delicadamente en Sabiduría. !Cómodo pasado! Pasado de bolsillo, librito dorado lleno debellas máximas. "Créame, le hablo por experiencia; todo lo que sé me lo ha enseñado la vida" ¿Se habrá encargado la Vida de pensar en ellos? Explican lo nuevo por lo viejo, y lo viejo lo han explicado por acontecimientos más vejos todavía, como esos historiadores que hacen de Lenin un Robespierre ruso, y de Robespiere un Cromwell francés; a fin de cuentas nunca han comprendido absolutamente nada..

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